martes, 13 de mayo de 2008

PUREZA ROBADA - CAPITULO 10

CAPITULO 10


Roderick tenía la impresión de haber pasado varias horas, ya que el fuego de la chimenea se encontraba casi apagado, y el aposento, mas frío.
Thea se movió en la cama, medio despierta, y, sintiendo frío, se acurrucó mas contra el cuerpo de Roderick, buscando su calor. Por primera vez en horas, tuvo consciencia de su presencia. Abriendo los ojos vio que se encontraba en la cama de él , completamente desnuda.
Al mismo tiempo, fue consciente de una profunda sensación de bienestar. Las manos de Roderick le recorrían el cuerpo de un modo reconfortante, masajeando sus músculos cansados y doloridos. Pero no era sólo alivio lo que estaba sintiendo. Deliciosas y excitantes sensaciones también . Los dedos fuertes presionaban la base de su espina, trabajando los nervios y los músculos tensos hasta hacerla arquearse como una gata contra el cuerpo masculino, tan desnudo como el suyo.
Thea soltó un suspiro de placer.
EN ese instante, Roderick pegó sus labios a los de ella, su lengua invadiendo los recovecos mas profundos de la boca tibia y sensual. El contacto de las manos se volvió salvaje y dominante como aquella primera vez en el barco, explorando sus pechos , estimulando sus pezones erguidos , avanzando sobre su vientre firme. Y finalmente los dedos osados alcanzaron el lugar que buscaban, acariciando su pubis y explorando la humedad tibia de su sexo. El dedo índice halló el botón que le causó espasmos de placer .
Cuando la oyó jadear con fuerza , con una de sus rodillas, Roderick le separó las piernas, sin encontrar la menor resistencia. Sus labios tomaron uno de sus pezones erguidos, y lo lamió con la punta de la lengua. Después pasó a mordisquearlo , haciendo que Thea había pensado que moriría de tanto placer. Pero todavía había mas , mucho mas . Succionando su seno con movimientos rítmicos, Roderick la penetró.
Un grito de placer escapó de la garganta de Thea, quien ante esa deliciosa invasión , arqueó sus caderas , abriéndose para recibirlo completamente .
Apartando la boca de su pecho , Roderick volvió a besarla en la boca . El beso ahora era suave, tierno y provocador . Algo hasta entonces extraño a la naturaleza de Roderick. Nunca antes se había tomado el trabajo de acariciar a una mujer hasta hacerla genir de pasión . Siempre había preferido el sexo salvaje, rápido , feroz, e implacable en la conquista de su propio placer , en eso era experto. Pero aguardar con paciencia, seduciendo lentamente , usando su boca y sus dedos de esa manera … nunca antes había actuado así antes.
Desaceleró la velocidad de sus arremetidas y con su mano estimuló el sexo de ella y cuando oyó el grito de Thea, se permitió arremeter ferozmente , alcanzando un clímax delicioso . Exhausto, Roderick se derrumbó sobre ella, incapaz de moverse, de respirar o de pensar.
Con sus dedos delicados acariciando los cabellos de él , Thea levantó sus maravillosos ojos verdes hacia el atractivo rostro masculino. En ellos brillaba el asombro por la increíble sensación de placer que acababa de experimentar.
— Los padres deben estar equivocados, mi Lord — ella susurró, buscando su boca para un beso , que los dejó todavía mas jadeantes.
— Cómo es eso ? — el Halcón consiguió decir, luchando por recuperar el aliento.
— Un amor tan perfecto como el nuestro no puede ser pecado.
La afirmación inocente de ella hizo que Roderick apoyara la cabeza en el hombro de Thea , mientras ahogaba un gemido. Qué diablos la había llevado a penar y a decir algo así ?
— Amor?!! El amor no existe, Thea. No confundas lo que sucede entre nosotros con las tonterías sentimentales de las que hablan los juglares y las mujeres. Lo que sentimos el uno por el otro se llama lujuria, el tipo de atracción entre un macho y una hembra, e nada mas .
Thea experimentó la dolorosa sensación de haber sido engañada. Entonces, en la opinión de Roderick, era sólo "lujuria" lo que acababa de suceder entre ellos? La lujuria era uno de los siete pecados capitales.
— Quieres decir que no hay nada mas ?
— Mas ? Qué mas? Mujer, si supieses hace cuanto tiempo que no encuentro descarga para mis necesidades sexuales, no estarías pidiendo mas en este exacto momento. — Levantando a cabeza, él posó los labios en su cara suave.
Una profunda amargura oprimió el corazón de Thea. Le gustaría preguntarle a Roderick si todo lo que ella representaba para él era un cuerpo con el cual gozar. Pero sabía que la respuesta iba a herirla aun mas de lo que todo lo que ya había sufrido en manos de él. Con un movimiento brusco, lo empujó , apartando su boca ávida que le mordisqueaba el cuello, y colocó las piernas fuera de la cama.
El Halcón la sujetó por el brazo.
— A donde piensas que vas?
— A buscar un rincón cualquiera en este maldito lugar en el que pueda dormir sin ser molestada.
— Creo que ya dejé bien claro donde vas a dormir.
— Para continuar siendo tu prostituta? No, sajón miserable, esto no va a mas suceder. — Thea empujó con fuerza su brazo, pero el Halcón no aflojó el asimiento.
— Thea, no te traté como una prostituta! No te forcé ni te ofrecí ningún pago a cambio de sexo.
— Claro que no me ofreciste nada ! Te olvidas de que me juraste no darme una migaja de comida si no trabajase todo el día ? Pues trabajé, y trabajé muy duramente ! Pero no voy a pasar las noches acostada debajo de tuyo para ganarme la comida . Por casualidad tienes idea del insulto que todo esto significa para mía?
Sujetándola por los dos brazos, Roderick la obligó a acostarse de espaldas en la cama.
— Insulto? Vamos , niña malcriada y atrevida, te hice un honor trayéndote a mi cama. Un honor que ninguna mujer de este feudo alcanzó hasta ahora.
— No ganas nada intentando convencerme , sajón. La verdad es que me usaste . Y pertenezco a un linaje muy superior a aquel de quien considera un honor acostarse con el Lord de un feudo.
— Cállate ! — estalló Roderick, su paciencia estaba agotada.
Lentamente, Roderick aflojó el asimiento de los brazos delicados, dejándola extendida sobre el lecho. La marca de sus dedos dejaron su impresión en la carne tierna.
Con dificultad el Halcón acabó controlando su carácter explosivo.
Thea no lo sabía, pero el corazón del duque de Emory se había transformado en una piedra por la traición de una mujer.
Amor!, él se burló íntimamente . Odiaba esa palabra simple . En un súbito impulso, Roderick se levantó de la cama arrojando las sabanas sobre Thea.
Con pasos largas, se dirigió al baúl al pie del lecho, pero antes de que pudiese abrirlo, encontró un par de sandalias, que había mandado a hacer para Thea. Las tomó , y necesitando una válvula de escape para la rabia que lo consumía, dijo

— Aquí tienes un calzado para vos, Thea.
Ella se sentó , sujetando la sabana contra sus senos desnudos, y lo encaró con esa mirada intensa que parecía leer sus mas secretos pensamientos. Irritado, el Halcón le arrojó las sandalias de cuero al regazo de ella.
— Sé que son toscas, pero vas a usarlas de cualquier manera — habló con rudeza, Y vio surgir una inmensa amargura en los ojos verdes.
Dándole la espalda, abrió el arcón y de allí sacó pantalones y una túnica limpios, que se puso , sentándose después en la silla para amarrarse las altas botas de cuero.
Mirando hacia la ventana, Thea vio que todavía faltaban horas para el amanecer.
— Por qué hiciste eso , Halcón?
— Qué?
— Las sandalias.
— Este es un suelo rocosa, los pies descalzos se llenan de heridas. Y las personas con los pies lastimados no pueden trabajar. Ahora, duérmete.
Era eso , entonces, eso era todo lo que significaba para él ? Una bestia de carga, un animal sólo destinado a trabajar? En la cocina y en la cama? Cómo le gustaría de hacerle esas preguntas, obligarlo a confesar sus verdaderos sentimientos . En vez de eso, preguntó :
— A dónde vas ?
— A supervisar los vigías.



Thea todavía estaba despierta cuando Roderick volvió. Sin decir palabra, se quitó las botas y la ropa .
Era demasiado temprano para que ella se levantara, pero Thea sabía que no conseguiría volver a dormir, estaba demasiado perturbada con lo que había sucedido .
Esa vez, al acostarse , Roderick procuró no aproximarse a Thea. Ella sentía la falta del calor del cuerpo masculino, pero él no hizo ningún movimiento en el sentido de proveérselo . En verdad , cuanto mas reflexionaba sobre su impresión de comunión de almas y cuerpos experimentada al hacer el amor, mas se convencía de que todo era fruto de su propia imaginación. Ella misma, en ese momento, no sentía nada siquiera parecido a una cercanía al hombre acostado a su lado.
En cuanto al Halcón, dudaba que él alguna vez hubiese experimentado alguna emoción si quiera parecida al amor.
Sin poder dormir, Thea se quedó observando el cielo hasta verlo teñirse con los primeras luces de la aurora.
En un momento dado , Roderick se dio vuelta hacia ella dormido. Asustada, Thea decidió que no tenía ningún propósito permanecer acostada si no lograba dormir.
Pero , una vez de pie, descubrió que no tenía una prenda seca para vestir. Era imposible descender a trabajar en la cocina semi desnuda . Y hacía demasiado frío para ponerse ropas mojadas. Sólo le restaba intentar hacer con que su ropa se secase lo mas rápido posible.

Roderick se despertó helado, tanteando en busca de la piel de oso que en general cubría su cama. Todo lo que encontró fueron las sábanas de lino. Con la mente todavía obnubilada por el sueño, buscó a Thea. No sería lo mismo que una manta de piel , pero algo mas de calor ella le daría .
Abriendo los ojos al nuevo día, fue sorprendido con la imagen de Thea, arrodillada junto a la chimenea. La única manta de que la disponían estaba sobre sus hombros , a modo de capa, mientras ella se ocupaba de atizar el fuego .
Durante todo el tiempo, protestaba bajito sobre los horrores de despertar en un cuarto helado, sin un siervo para atendiese las necesidades del amo de toda Sajonia. El calor obtenido con el acto de avivar las llamas no disminuía su frustración por tener que hacer ella misma aquello que siempre había sido hecho por sus criados. Levando el vestido, lo examinó en busca de manchas que todavía pudiesen haber quedado en la tela, frotando las pocas que encontró.
Los rezongos malhumorados hicieron que Roderick se estremeciera. Pasando las manos detrás de su nuca, se quedó contemplando el dosel faltante, mientras la oía recitar la lista de sus miserias y aflicciones.
El estado de pobreza en el que se encontraba actualmente era una herida profunda en el orgullo del Halcón . A qué triste estado su vida se había reducido! Y no había nada que pudiese hacer por el momento para remediar la situación .
Pero un sufrimiento mayor era el que su cuerpo estaba experimentando. Había despertado todavía mas excitado que la noche anterior , deseando a Thea desesperadamente . Pero consideraba que era una cuestión de honor resistirse a eso. Ninguna mujer lo dominaría a través del sexo d nuevamente . La terrible experiencia con Anne de Aachen había sido una lección en su vida.

Sin una palabra, se levantó de la cama y trató de ponerse la bata para ocultar la erección, evidencia de su deseo, con pasos largos, avanzó hacia el gran arcón de madera del cual sacó una de sus túnicas mas finas . En seguida, caminando por detrás de Thea, le tiró la prenda sobre le regazo. Thea tendría que aguantarse un poco de su mal humor, así como él había tenido que tolerar el de ella.
Sobresaltada, ya que no lo había oído levantarse, Thea agarró la túnica y levantó los ojos hacia el duque .
— Qué debo hacer con esto ? — preguntó , reparando en la sensual boca masculina contraida de rabia. También tendría que coserle la ropa ?
— Vístete .
— Vestirme? Con esto? Estás seguro ? La tela es demasiado fina para usarla para trabajar . — Abriendo la túnica en su falda, pasó sus dedos con delicadeza sobre los filos de oro entretejidos en la tela.
— Por amor de Dios! , úsala y no discutas conmigo. Es un regalo . Como es larga te quedará mas debajo de las rodillas. Aun sin la camisa , será adecuado.
Contra su voluntad , Thea se vio obligada a admitir que él
tenía razón . Podía guardar la camisa para usar en el largo viaje de vuelta a su casa. Con un cordón amarrado en la cintura, la túnica sería bastante presentable, una vez que el Halcón le diera también las calzas ajustadas que completaban el traje masculino. El único problema era que no estaba acostumbrada a exponer sus piernas, aún cubiertas por calzas.
Se le Pasó por la cabeza preguntarle si habría alguna tela en desuso con la que pudiese confeccionar una falda, pero no quería pedir mas de lo que ya había recibido . Entonces se puso la túnica por la cabeza, descartando en seguida la manta de lana. No podía mirar al hombre con quien había compartido tanta intimidad:
— Es indecente que una mujer ande por ahí sin faldas, mi Lord .
— Debe haber todavía alguna ropas de mujer en algún lugar . Pídele a Armina. — Esperando que sus palabras hubiesen sonado desinteresadas, Roderick volcó el agua de la jarra en la fuente .
Vestida con la túnica, Thea parecía un paje jovencito , pero la fina y suave tela realzaba cada una de sus curvas. Mucho mas que el vestido viejo que venía usando.
El recuerdo de la sencillez de las ropas de Thea le recordó su propia pobreza. Era terrible pensar que un hombre de su posición, que ya había tenido el mundo en sus manos no podía vestir adecuadamente a la mujer que había tomado como amante.
Irritado, trató de apartar esos pensamientos deprimentes, concentrándose en la tarea que se había propuesto realizar: librarse de la barba de varios días, que ya comenzaba a molestarle .
Levantando la afilada navaja, miró para el espejo colocado sobre la mesa.
Dándose cuenta del mal humor de Roderick, Thea se preguntó si ella el motivo. Deduciendo que lo mejor sería no provocarlo mas , resolvió comenzar su día de trabajo.
— Esta noche, mi Lord , dormirás en sábanas limpias y perfumados con lavanda.
El Halcón cometió entonces el error fatal de darse vuelta para ver lo que ella estaba haciendo, en el exacto momento en que Thea se había inclinado sobre la cama , en la tentativa de soltar la punta mas distante de la sabana de abajo del colchón.
La túnica se le había subido hasta las caderas redondeadas, dejando expuestas la carne blanca y tentadora de sus muslos.
La visión lo dejó fascinado. Torturado, Roderick soltó la navaja, que golpeó con fuerza el borde de la fuente.
— Sal inmediatamente de este cuarto, mujer! — ordenó, cerrando los maxilares. En seguida, con un movimiento brusco, metió la cabeza en el agua helada de la fuente.
— Qué pasa ? — Sujetando las sabanas, Thea lo miró con los ojos muy grandes . — Te cortaste?
— No ! — con el agua goteando de su cara , él señaló la puerta. — Vete ya . Y quiero que la cama esté lista al anochecer, con vos acostada, esperándome. Si tengo que salir a buscarte de nuevo, como anoche , te juro que no podrás sentarte por varios días, de tan rojo que te va a quedar tu lindo trasero . Entendido?
Tragando en seco, Thea asintió . Y, sin vacilar, se retiró.
A solas, Roderick volvió a mirar el espejo y decidió que, en el estado en que se encontraba, sería imposible afeitarse. Las manos le temblaban tanto que con certeza se cortaría su propia garganta.